Clara recibe como regalo de Navidad un cascanueces. Su hermano está celoso y lo rompe, aunque por suerte el juguete puede ser arreglado. La pequeña, contenta, se levanta por la noche para abrazar a su cascanueces, que en ese momento se transforma y la lleva a un mundo mágico. En él las flores conviven con los copos de nieve, pero no todo es bueno allí y Clara se encontrará atrapada en medio de una guerra entre los hombres de jengibre y el rey de los ratones.